ReflexioneS de miChelangelo PiStoletto y foRtunato d’amiCo

en torno a la obra de Raymundo Sesma

michElangElo pistolEtto  /  Fortunato d’amico

 

 

Fortunato D’Amico - Con su técnica pictórica, Raymundo Sesma regenera los edificios de la periferia, a menudo involucrando en el diseño y realización de la obra a los habitantes del edificio y del vecindario en el cual se encuentra la propiedad. Los costos de operación son muy bajos y el resultado final le devuelve tanto el decoro a estos sitios, como la dignidad a la vida de los ciudadanos.

 

Michelangelo Pistoletto – La actividad artística de Raymundo Sesma me parece de gran valor, ya que regenera barrios enteros con la inclusión de los ciudadanos, y así activa la participación de la sociedad local en un proyecto totalmente democrático. Su trabajo es una obra importante en lo social porque le permite compartir un plan de trabajo, el cual pone en práctica una política de participación horizontal, que surge a partir de un proyecto tanto artístico como arquitectónico. Una práctica que se opone a la idea de que la renovación del entorno urbano sólo es posible a través de muchos recursos económicos, cuando en realidad aquí, a través de las pinturas, estos edificios se renuevan prácticamente sin costo alguno. Es un gran invento, aunque ciertamente no se pueden hacer estas intervenciones en los lugares donde la arquitectura ya está bien definida y por lo tanto, tienen una elaboración estética, como en los edificios históricos o en aquellos edificios que ya tienen un carácter arquitectónico preciso.

 

Pero sin duda se puede intervenir en los edificios considerados ‘populares’, al igual que en la periferia, donde predomina el anonimato urbano y la degradación. En estos suburbios, necesitamos cálculos de gran sensibilidad e inteligencia para que estos lugares puedan renacer. Cuando estuve en Albania, me reuní con el actual primer ministro, Edi Rama, acababa de caer el régimen comunista y como alcalde en ese entonces de la ciudad de Tirana, quería rehabilitar los edificios de una parte de la ciudad, haciendo que los ciudadanos los pintaran con colores vivos. Edi Rama proviene de una familia de artistas y además de ser político, él también es artista. La vivacidad de su pintura aplicada directamente sobre los muros de las casas hizo que tuviera diferencias importantes con las instituciones europeas de aquel momento, que estaban completamente en contra de su proyecto. Habían decidido que en arquitectura, los colores debían basarse en los gustos establecidos por la tradición.

 

El proyecto de Raymundo Sesma es distinto, porque parte de una idea totalmente nueva. No es solo una cuestión de colores yuxtapuestos y formas dibujadas de manera arbitraria, sino una concepción basada fundamentalmente en la proyección y el vuelco del diseño arquitectónico y las directrices que conforman el paisaje urbano circundante. Es una obra artística original e innovadora, incluso en comparación con

otros proyectos similares.

 

Fortunato D’Amico - En la obra de Raymundo Sesma, el concepto de la estética, entendida como una extensión de la ética, adquiere significados más profundos que los que la crítica moderna de manera reduccionista le asigna a este término. Campo Expandido anuncia que la intervención pictórica no quedará relegada al lienzo del artista y su soledad introspectiva, sino que se vuelve un instrumento compartido que se disemina en el territorio y contagia las estructuras físicas y sociales de la comunidad, transformándolas con un sentido de responsabilidad.

 

Michelangelo Pistoletto - La intervención de Raymundo Sesma en el paisaje y la arquitectura citadina está muy cerca de la investigación y la actividad de Cittadellarte, de hecho, se integra a la perfección, en tanto que tiene como principio que no se trata solamente de la estética, sino también de la ética. Existe una relación entre la ética y la estética que retoma el símbolo del Tercer Paraíso,1 en el cual los dos círculos exteriores pueden representar estos dos elementos: forma y contenido. En este concepto que se encuentra en proceso de desarrollo, la estética se entiende no sólo como una aplicación formal, sino también como participación social. En las obras pictóricas-arquitectónicas de Raymundo Sesma también se identifica la relación entre lo privado y lo público como dos elementos que terminan por alternarse. Lo privado vive dentro de las casas, pero después las casas unen a todos los ciudadanos que se encuentran en el exterior. Es un espacio privado que se extiende al público, al grado de que todos terminan sintiéndose co-propietarios de la vivienda, el barrio y la ciudad, en tanto que espacios públicos. Así es como los colores, las formas y los trazos urbanos de Raymundo Sesma unen a las personas en un espacio común. Lo público y lo privado se conectan y se combinan en estas líneas de perspectiva interactivas que la gente puede entender a la perfección. De este modo se desarrolla un concepto de inclusión y participación que va más allá de los límites domésticos, alcanzando no solo las áreas circundantes, sino incluso los sitios más extendidos de la ciudad. A este respecto, los habitantes asimilan culturalmente el significado de las formas, las líneas y los colores de donde viven, y esto contribuye a la formación de su espíritu.

 

Fortunato D’Amico - Esta es una demostración de que hoy en día, el arte no sólo se ve a sí mismo, sino que se dirige directamente a la comunidad. Hay que decir que la tradición artística mexicana está llena de artistas que, con sus murales, han trabajado la super cie de los edificios. Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Silvio Benedetto son los maestros de esta técnica, sin embargo, me pare- ce que la intervención de Raymundo Sesma tiene connotaciones diferentes.

 

Michelangelo Pistoletto - Por supuesto. Respecto de los murales tradicionales, este concepto es muy diferente porque se mueve en el plano del diseño abstracto y el trabajo participativo. No es la interpretación personal de los acontecimientos sociales contenidos en la narración  figurativa, porque hay una concepción diferente de la relación entre el arte y el espacio; la espacialidad, entendida como lo hacía Lucio Fontana, por ejemplo, no era un elemento que estuviera contemplado en los murales. En los muros que pinta Raymundo Sesma, la narración no denuncia los grandes problemas ni ilustra los grandes idea- les, sino que lleva a cabo una transformación directa del lugar, con la participación de las personas en dicho cambio.

 

Fortunato D’Amico - A todo esto Raymundo Sesma le llama ‘Campo Expandido’.

 

Michelangelo Pistoletto - Campo Expandido quiere decir que las viviendas individuales se articulan en las líneas y las formas complejas del paisaje, que van más allá, fuera de las mismas casas; entonces, se produce no solo una extensión, sino también una concentración de los elementos extendidos, lo cual es muy interesante. Una tensión de las líneas que vienen de lejos y convergen a nivel local en elementos extremadamente energéticos.

 

Fortunato D’Amico - Son líneas aparentemente caóticas, pero que desencadenan nuevos equilibrios espaciales, intuitivos, que inducen en el espectador la conciencia de que, al observar los edificios mientras estamos en movimiento, el marco perceptivo se transforma constantemente y que buscamos intuitivamente nuevos equilibrios visuales. La solución gráfica adoptada por Raymundo Sesma en cada una de las fachadas del edificio tiene en cuenta los múltiples puntos de observación y desarrolla un resultado respecto del sitio en el que se concentra la mirada.

 

Michelangelo Pistoletto – Después, hay otra cosa interesante que mencionar: a veces se habla de superficie en el sentido negativo, entendida como superficialidad. Aquí en cambio, la superficie se vuelve un elemento penetrante, ya que no solo recubre la realidad, sino que incluso la encarna. No es un trabajo en absoluto superficial, ya que produce un profundo cambio. Es como ver edificios completamente reconstruidos después de haber sido destruidos. Sin embargo, estos edificios aun existen y sobreviven en lo pro- fundo de la conciencia y la memoria. Las superficies pintadas absorben y consumen toda la negatividad que está debajo y se alimentan de esto para crear una nueva sustancia.   Por último, además de lo anterior, podemos añadir que en su feliz frescura, estas obras abren los ojos a la esperanza con una lógica de reificación, lo que el crítico Benjamin Buchloh, define como la experiencia escultórica, experiencia dada con la praxis en el sentido de intervención del espacio público que poetiza el lugar, como exploración de las relaciones dialécticas que hay entre la estructuración de los elementos empleados y la historia en su contexto.